Joaquín Acosta, a sus 90 años, sigue siendo el mascarero más veterano de Ixhuatlán del Café. A pesar de que en su familia nadie ha continuado con este oficio, él mantiene viva la tradición de fabricar máscaras en este municipio ubicado en la región de las Altas Montañas.
En la actualidad, solo diez artesanos en Ixhuatlán del Café continúan con la elaboración de estas piezas, un legado que ha pasado de generación en generación. Diego Armando González Rosas, director de Turismo, explica a El Sol de Córdoba que las máscaras, confeccionadas manualmente con herramientas como cinceles, se utilizan principalmente en las danzas tradicionales, como la de Los Santiagos, que es una de las más emblemáticas de la zona.
La madera utilizada debe ser ligera, y cada máscara es un trabajo meticuloso que puede llevar desde una semana hasta un mes en completarse, dependiendo de los detalles y el tamaño. Los precios varían, oscilando entre los 1,200 y 10,500 pesos, según la complejidad de la pieza.
Aunque los mascareros son conocidos en el municipio, este oficio no es su principal fuente de ingresos, ya que las ventas no son constantes. Sin embargo, su labor es crucial para la preservación de la cultura local, especialmente en la creación de máscaras para los más de 50 grupos de danzantes de Los Santiagos que existen en la región.