Desde 1970, se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra para reconocer a este planeta como el espacio de vida, evidenciar la necesidad de una relación armónica entre la sociedad y la naturaleza, promover el equilibrio entre las dimensiones social, ambiental y económica y poner de manifiesto la crisis ambiental y la exigencia de la suma de esfuerzos para preservar la vida, afirmó el coordinador del Grupo Legislativo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), diputado Carlos Marcelo Ruiz Sánchez.
Al participar en la Tercera Sesión Ordinaria, luego de adelantar que dicha bancada prepara una iniciativa que tiene como propósito que los delitos ambientales sean declarados como graves, señaló la frecuencia y extensión con que se cometen crímenes ambientales como deforestación, cambios arbitrarios del uso de suelo, producción agrícola y ganadera intensiva y comercio ilegal de vida silvestre y que están acelerando la destrucción del planeta.
El legislador precisó que la Tierra no es un recurso que explotar, sino un entorno para compartir, cuidar, proteger y respetar, que da agua alimento y aire limpio. Destacó la riqueza y biodiversidad con que cuentan México y Veracruz, cuyos ecosistemas están en riesgo y su rescate –afirmó- demanda el rescate de valores como respeto, corresponsabilidad, justicia y paz entre los seres humanos y de éstos con el entorno natural.
Destacó que las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) de Veracruz son fundamentales para la conservación de la biodiversidad del territorio mexicano. En él –precisó el diputado- se encuentran nueve de las 226 ANPs, entre los que se encuentran el Cofre de Perote, el Pico de Orizaba, el cañón de Río Blanco, la playa de Lechuguillas, las playas del Totonacapan, el sistema arrecifal veracruzano, la región de los Tuxtlas, el sistema arrecifal Lobos-Tuxpan, entre otras.
Por último, en nombre de su grupo legislativo, se pronunció por toda acción que se garantice el derecho a un medio ambiente seguro y un suministro de agua seguro para todas y todos. “El medio ambiente no puede ser el costo del desarrollo, sino su base, su horizonte y su futuro. No hay futuro sin un planeta sano”, concluyó.